La noche de promoción de unos adolescentes se convierte en una pesadilla cuando un psicópata, obsesionado con una de las chicas, escapa del centro donde estaba interrnado.
Típica película cuyo argumento ya está harto explotado en el mundo del celuloide. No aporta nada nuevo, y por eso a los pocos minutos ya no sabemos si estamos viendo una nueva entrega de Scream, Scary Movie o similares basurillas.
Esta cinta tiene hasta su toque de humor. El matarife en esta ocasión deja las sierras mecánicas, hachas, katanas y demás en su casa. Para organizar sus carnicerías le basta con una navajilla al más puro estilo Curro Jiménez, lo cual resulta, en un film de estas características cutre, muy cutre.
Los actores no hacen el más mínimo esfuerzo por hacer unas buenas interpretaciones, como si les sobrara el trabajo. El asesino no tiene carisma, no se nos explica de dónde viene o por qué esta zumbado. Nada.
Por eso, mi puntuación, siendo generosos, es de un 2.