Un vendedor de globos, el Sr. Fredricksen, consigue llevar a cabo el sueño de su recientemente fallecida mujer, a través de una aventura que le llevará a las Cataratas Paraíso.

Los aspectos técnicos son sobresalientes. Es increíble el nivel de desarrollo que ha tenido la tecnología aplicada a la animación y a la producción de películas. Una auténtica delicia.
Los personajes son francamente divertidos y muy creíbles. Imagino que el personaje principal, de 78 años, será el de mayor edad que haya protagonizado un film de estas características, si bien es cierto que en algunas de las secuencias se porta como un chaval de 18 años.
Quiero destacar por encima de todo los primeros diez minutos de la cinta, en donde se presenta a los personajes.Se hace una descripción maravillosa de los mismos, en una secuencia donde se narra la vida de los mismos y que sin duda ya está dentro de los anales de la cinematografía. La combinación de imagen y música cobra una nueva dimensión en estos minutos. No hacen falta palabras para describir lo que se ve en pantalla.
Por otro, y un punto de matrícula de honor, es la banda sonora (vaticino Oscar). Sublime. A diferencia de otras ocasiones no hay voces.
Mi puntuación es de las que reservo para las grandes obras del cine. No queda más remedio que nuevamente decir, gracias Pixar. Un 9,5.
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