La familia de un chaval muere asesinada. Un grupo de bandoleros lo acoge y le enseñan artes marciales, despertando su sed de venganza.

Pero hoy día en que la oferta cinematográfica es tan amplia, debemos pedir mucho más, hay que ser más exigente. No podemos montar una pelicula alrededor de cuatro puñetazo y cuatro patadas. Es una lástima especialmente para el director-protagonista Tony Jaa, porque si sigue por este sendero se caerá al precipio y ya no se acordarán de él ni los más fans de las artes marciales.
Mi puntuación es de un 3.
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